Estudiantes del 2medio E en conjunto con su profesora de la asignatura de Lenguaje Ema Muñoz y su profesor jefe Gerardo Belmar visitaron la Mina Chiflón del Diablo en la VIII región LOTA.
El auge de las máquinas a vapor durante el siglo XIX, provocaron un explosivo aumento de la demanda por carbón mineral, para alimentar la extensa red de ferrocarriles que se expandía por el país y a las embarcaciones que llegaban y salían desde nuestros puertos o que cruzaban el Estrecho de Magallanes.
El yacimiento Pique Carlos, conocido hoy como Chiflón del Diablo, se constituyó así como la primera y única mina submarina del mundo. Su auge lo vivió luego, gracias al hallazgo y extracción del carbón de piedra ubicado en el manto Nº 5, también denominado carbón metalúrgico, de mayor potencial calórico.
Esta mina se caracterizó por poseer ventilación natural y por el modelo de explotación denominado “por pilares” o “room and pillar”, que consistía en la estructuración de pilares de carbón de 1 a 1.2 metros de altura donde el minero debía trabajar de rodillas, extrayendo el carbón hacia arriba o hacia abajo para conformar una caverna de extracción y un pilar sostenedor, conformando una galería subterránea que permitía la ventilación, generándose una compleja trama de túneles y galerías interconectados.